Capítulos II y III.

Capítulo II: Educar para la vida y la humanidad.

Para muchos el termino educar lo asocian con recibir aptitudes y actitudes de otros para crecer como individuos y que en un futuro puedan llegar a la apertura de realización, para otros educar es el cultivar una semilla que se desarrollara en determinado tiempo y dará frutos a futuro, pero sin duda alguna cualquiera de estos dos significados completamente distintos que se asignan al termino de educación y ambos son buenos y al final de cuentas ambos llevan al ser humano principalmente  a la formación del mismo, es aquí donde entra la importancia de un buen modelo educativo, a pesar de que existen muchos modelos educativos debemos tener en cuenta nosotros como futuros docentes que nuestro quehacer como educadores sea conforme a la verdad del hombre, para de cierta manera poder hacer del hombre un ser integro el cuál tenga bien clara su conciencia y esta la utilice de manera adecuada, es decir haciendo el bien y evitando el mal, es por esto que como educadores debemos comprometernos con brindar una educación que eleve al ser humano de su realidad material hasta el reconocimiento de la dignidad humana y la ética, y así una vez que se logre esto poder obtener una sociedad más justa y solidaria, en donde exista amistad, convivencia y sobre todo una cultura llena de amor.

Capítulo III: Los protagonistas de la educación.

Los protagonistas principales de la educación esencialmente y dándoles un orden jerárquico nos encontramos primero que nada con los padres de familia, ya que como bien sabemos la primera educación se nos proporciona es en casa, posteriormente la educación pasa a manos del maestro y este como tal proporciona una serie de datos fríos enfocados a una educación con valores y otorgando conocimientos plenamente científicos, luego la educación se mira severamente afectada por los medios de comunicación, siendo estos una fuerte influencia para la sociedad y la juventud principalmente, más tarde la educación también se aprecia un poco afectada por parte de la iglesia, y esta como tal asigna una manera más cristiana y evangelizada, en dónde está diversifica la cultura plural, el respeto hacia los demás, el amor al prójimo y lo más importante la expresión sincera de la verdad, y finalmente la educación llega a manos del estado en dónde sele proporciona a la educación el sentido laico, es decir que no la imparte ninguna doctrina religiosa, siendo el estado el representante más importante en cuanto a la toma de decisiones, fomento de aprendizajes y programas que estimulen el crecimiento y desarrollo del individuo y posteriormente del país.