Las tareas en casa
Es muy probable que en muchos
casos sea insuficiente el tiempo destinado a una sesión de clase. Cuando esto
suceda, puede dejarse una parte del trabajo para realizar en casa, con la
condición de que no sea excesivo y que en la siguiente sesión sea revisado de
manera colectiva.
Se pueden encomendar algunas
investigaciones documentales o actividades que no se puedan realizar en clase,
como encuestas u observaciones, así como actividades laboriosas como la
construcción de algunos cuerpos o figuras geométricas que serán utilizadas como
material para el estudio en la clase del día siguiente.
Se debe tener cuidado al
proponer constantemente trabajo en casa por equipos, pues algunos adolescentes
pueden usar esto, posteriormente, como un pretexto para salir de casa. Cuando
el profesor requiera que los estudiantes realicen un trabajo en casa por
equipos conviene que informe a los padres de esta situación.
La confrontación
Cuando los estudiantes tienen
la libertad para buscar la manera de resolver un problema, por lo general
desarrollan diversos procedimientos.
Es de gran utilidad promover
que los estudiantes conozcan y analicen los procedimientos que siguieron sus
compañeros para resolver un problema, pues de esta manera se evidencia que
existen varias formas, algunas más largas y complicadas que otras. Les permite
también percatarse de sus errores, así como valorar las estrategias y
resultados propios y los de sus compañeros.
No se debe confundir la
confrontación con la explicación por parte del profesor o como un momento para
corregir y calificar resultados.
La confrontación es un momento
clave en el desarrollo de cada clase, es el espacio dedicado para que los
estudiantes reflexionen sobre lo que hicieron al realizar alguna actividad o
resolver algún problema, para que hagan conciencia sobre lo que saben, lo que
no saben, las dificultades que encontraron; para que aclaren dudas, compartan puntos
de vista y argumenten la validez o no de las estrategias que siguieron. Dada la
importancia didáctica de la confrontación, ésta debe ser lo más ágil y breve posible
para mantener la atención de los alumnos sin cansarlos. No es conveniente presentar
los procedimientos y resultados de todos los estudiantes o equipos frente al
grupo, ya que esto haría la clase aburrida, pero tampoco es necesario pues seguramente
habrá algunos procedimientos semejantes. Conviene presentar sólo aquello que
aporte elementos útiles. Por lo anterior, es importante que antes de llevarla a
cabo el profesor tenga claro lo que persigue al confrontar, por ejemplo, que los
estudiantes:
• Observen que un problema
puede resolverse de diferentes maneras.
• Observen que algunos
problemas pueden tener más de una respuesta correcta.
• Corrijan errores frecuentes.
• Analicen las ventajas de
utilizar unos procedimientos en vez de otros, es decir, privilegiar el uso de
ciertos procedimientos que se aproximen más al formal
La confrontación puede
permitir que los jóvenes:
• Comprendan mejor las
situaciones problemáticas planteadas.
• Comuniquen y defiendan su
propio método de solución.
• Comprendan el proceso del
otro, y sean capaces de descentrarse de su propia investigación, cuestionarla e
interpretarla.
• Identifiquen las ventajas de
ciertos procedimientos sobre otros.
• Se planteen nuevos
problemas.
La confrontación no es un
ejercicio simple ni fácil, representa un desafío para el profesor de
matemáticas, pues requiere del dominio de los contenidos y de ciertas habilidades
para plantear preguntas que favorezcan la discusión y la reflexión, por lo que
conviene, desde la planeación de la clase, tratar de adelantarse y prever las posibles
estrategias de los alumnos, los errores que puedan cometer y cuál de ellos conviene
poner a consideración del grupo para la confrontación.
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